Hago de mi cuerpo el templo del Sol
Mis brazos ráfagas que se estiran al infinito
En mis dedos se untan las estrellas
Me hago Sol
-La Concha-
En mi casa soy Yo. Cada esquina es un pedazo de mí. De lo que me gusta y me inspira. Crear ese espacio llamado hogar es un acto de amor y creatividad. Poner algo de música y escuchar el corazón para saber qué necesita para brillar en su máxima potencia. Hola aliens, una semana que inicia con el poder de la segunda Luna Nueva en Cáncer. Julio ha sido un mes de aceptar la tensión de lo que necesita morir y nacer, un proceso de regulación y madurez emocional, dejar caer nuestros mecanismos de defensa infantiles y aprender a cuidarnos de otra forma.
El lunes 20 la Luna hace conjunción al Sol antes de salir de Cáncer –en el 28º- y hacer su entrada en Leo (miércoles 22). Es una Luna Nueva con Saturno Rx en oposición partil –en el grado 28º, y Júpiter Rx y Plutón Rx en conjunción también opuestos. Mercurio en Cáncer perfecciona una cuadratura con Quirón Rx el martes 21 y el miércoles 22 hace un sextil con Urano en Tauro.
La primera Luna Nueva en Cáncer se dio en el 0º, esta segunda se da en el 28º. Es un comienzo de digestión lenta. Han aparecido nuestras sombras hechas carencias, lo que necesitamos y esperamos que otros nos den y solo a nosotros nos corresponde darnos. El miedo a reconocerlo. La necesidad de dejar ir la idea de esperar que otros nos cuiden. Hacernos cargo de ello. Escucharnos. Aprender a escucharnos como niños y hablarnos como adultos. La terapia de Reparenting se trata precisamente de eso, asumir activamente el papel de padres con nosotros mismos. Viene bien una miradita a lo que está pasando en el mundo, nadie cuidará de nosotros mejor que nosotros mismos -y si quieren métanle política al asunto-. Es un proceso que toma la vida, hay que dejar de endosarle a otros la responsabilidad de nuestras emociones y acciones –como el niño eternamente herido que nunca crece y se hace consciente-. No hay de otra y el proceso ya empezó. Y sí, como papás tendremos que aprender a decirnos NO (Saturno); si nace un nuevo tiempo, lo que sea que esté formándose y estemos decidiendo hacer necesita de madurez y compromiso para sostenerse. Hay que creer en nosotros mismos y darnos espaldarazos de fe cuando las cosas se compliquen (Júpiter), dejarnos morir cuando se necesario y sentirlo, soltar el control para interiorizar la impermanencia como una ley de la existencia (Plutón). Morir y renacer es un acto de fe. Puede que no sea un momento del todo cómodo, de repente la comunicación con otros desentrañe recuerdos y telarañas dolorosas que tenemos en el desván, esa ‘cosita’ muy de nosotros con la que no nos sentimos cómodos pero que necesita ser tocada y sanada (Mercurio en Cáncer cuadratura Quirón Rx en Aries). Dejarnos fluir, tolerarnos, también sacar la carta de la creatividad y hacer divertido el caos, escuchar al genio y darle vía libre para que se inspire y cree, ser padres también requiere de aprender a sacar el conejo del sombrero (Mercurio en Cáncer sextil Urano en Tauro).
Sol en 0º de Leo, ¡es tiempo de empezar a brillar!
¿Han visto como los momentos de catarsis afloran habilidades extraordinarias? Una crisis; una oportunidad. No siempre tiene que darse así pero suele suceder. Tuvo que darse una muerte. Una pérdida, una rendición del ego para transformar la energía y crear otros escenarios. El Sol entra en Leo justo después de la Luna Nueva en Cáncer, asumir este comienzo escuchando el corazón, dejándolo que muestre qué lo hace vibrar alto, a què quiere darle vida, dónde brilla radiante y seguro de sí mismo.
En una famosa entrevista hecha a Gabriel García Márquez, Germán Castro Caycedo le pregunta por cómo surgió ‘El coronel no tiene quien le escriba’. García Márquez habló sobre cómo se las arregló para pedir el reembolso de un tiquete que tenía a Paris para tener dinero, comer y poder escribir el libro ‘sin que nadie lo jodiera’. En una de sus respuestas cuando explicaba cómo era su proceso creativo decía que no podía escribir con frío. Tal vez este es el misticismo del refrán ‘barriga llena, corazón contento’, darnos las condiciones necesarias para que la energía creativa se manifieste. Así es el ciclo de la rueda zodiacal, una vez que hemos aprendido a cuidarnos y ser nuestro hogar (Sol en Cáncer) las ganas de crear algo se encienden. Estamos listos. Por eso en Cáncer se construye el hogar y en Leo nacen los hijos.
Leo es el Sol, el amor, el romance con la vida y el goce, representa el lugar de mayor conciencia y esplendor del zodiaco, ahí manda el corazón. Si en Cáncer se dan las bases, en Leo se crea algo para dar estabilidad. Ahí reside la chispa que nos hace únicos, energía inventiva (es el opuesto a Acuario), lo que lleva nuestro sello y promueve el desarrollo personal. En Leo están los grandes talentos que dejan legados, una carta astral con energía Leo fuerte necesita de esplendor y quiere que los demás disfruten de él. Cuando Leo descubre su grandeza hace que los demás encuentren la suya. Por eso las máximas de Leo son la dignidad, la generosidad y la nobleza, una vez que reconoce su valor propio, lo asume con responsabilidad y respeto para respetar el de los otros ¡No hay mejor CEO que Leo!
Si el fuego de Aries se usa para un fin específico, el de Leo brilla en todas las direcciones, es difícil ignorarlo. De Leo son el oro y el amarillo, las habilidades histriónicas y el drama con necesidad de atención, las capacidades extraordinarias y, como signo de Fuego, las pasiones que nos hacen sentir vivos.
Es un renacer potente. Alístate para el brillo que nace cuando aprendes a cuidar de ti.
Avanti aliens.
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