¡A mover el bote! Sin duda se viene una semana eléctrica. Ya está bueno de intensidad escorpiana, vamos a relajar el pony y bajarle a los fríjoles un poco.
Digo un poco porque a la energía escorpio todavía le queda un moño de tela. El martes 19 es de Marte, el colosal de la guerra hace su entrada a su otra casa, Escorpio. Marte no visitaba Escorpio desde diciembre de 2017, estará ahí hasta enero 3. Este Marte es fuerte pero no tan obvio, es decir, no va sacando la espada como lo haría en Aries, es de actuar decidido pero de manera muy subliminal. Marte en Escorpio tiene una fuerza de voluntad y persistencia fuera de lo común, además de ser muy agresivo y resistente. Sabe soterrar su naturaleza ardiente y apasionada debajo de una imagen fría y muy controlada, muy típico de Escorpio. Exuda una sexualidad volcánica y un espíritu de lucha inquebrantable. Es una temporada para ponerse a prueba a todo nivel, aprender a sortear situaciones difíciles y dar lo mejor de uno. La autodisciplina, tenacidad y firmeza serán máximas por lo que lograr grandes cosas es posible. A veces, este Marte puede ser demasiado obstinado e implacable, su fuego se enfría y lo hace insensible a los sentimientos de los demás. Tiene tanta energía que, si no aprende a canalizarla, puede volverse un peligro para él mismo o para otros. Marte en Escorpio es una temporada interesante porque puede sacar lo peor o mejor de uno, al guerrero que logra sublimar sus deseos de venganza, o al resentido vengativo que fulmina todo lo que se interponga en su camino, ¿en cuál lado jugará uno?
Y esto no es lo único que sabremos de Marte esta semana, el domingo, recién entrado en Escorpio, se encontrará de frente con Urano en Tauro. Si Marte en Escorpio es ya de por sí temerario, este encuentro con el errático dios Urano lo puede sacar de sus casillas. Esta combinación es explosiva, hay tanta energía envuelta que el reto es aprender a canalizarla. Puede que uno sienta que puede hacerlo todo, salirse con la suya a como dé lugar, con ganas de desafiar hasta a las leyes de la naturaleza, y ese es el problema. Evite caer en conductas explosivas, groseras o ponerse colérico, escríbase paciencia en la frente y, ojalá, con marcador que no se borre.
Y bueno, llegó el final de la introspección. Mercurio despierta de su ultra intensa retrogradación en Escorpio el miércoles 20, el Sol abandona también este signo y entra el viernes 22 –creo mucho en este número mágico- en el 0º de Sagitario, dando así inicio a la época de la expansión y la buena suerte. Como si esto fuera poco, el domingo 24, además del cara a cara Marte – Urano, Venus en Sagitario se toma de las manos con Júpiter a punto de salir de su casa. ¿¡Mágico ah?!
Como dice el dicho, el Sol vuelve a salir, y con fuerza. Sagitario comprende, esa es su premisa, comprender. Su símbolo, la flecha, está lista para ser disparada y descubrir verdades a grandes distancias. Su propósito es idealista y trascendental, y aun así, cuando ha llegado a su lejano destino, siempre quiere más, por eso busca la expansión constante. Y hay algo de dual en él, su Centauro mitad hombre (superior), mitad caballo (inferior) se debate entre la intelectualidad y sabiduría del hombre, y la fortaleza animal de fuego del caballo. Busca el movimiento, sea físico o mental, por eso vive la vida ‘viajando’, de la forma que sea. Y para eso necesita sentirse libre, si no, no puede dar en el blanco. Con la llegada del Sol en Sagitario se inaugura le época de buscar verdadera libertad a través de la expansión de ideas, creencias, filosofías, ¿qué tan frecuente uno indaga en la fuente de las creencias que tiene? Es un momento especial del año zodiacal porque, luego de la profunda transformación, vienen los milagros de amor, el afecto jovial, sincero, franco, idealista y benévolo. Es la época del amor ardiente, que se entusiasma pero sigue siendo libre, después del apegado Escorpio, el hombre ha entendido que la base del amor elevado es la libertad. Tal vez salga algo de rebelde en uno, del tipo playboy extravagante, cuidado acá con dejar todo en manos de la ‘suerte’ y perseguir paraísos de bobos, del tipo fumador de opio.
El Sol que entra, y Venus y Júpiter que salen, no sin antes sellar su salida de Sagitario con un beso en el 28º del signo del arquero. A modo de sugerencia, spacer lector, le recomiendo mirar si tiene planetas natales en este grado de Sagitario, Papa Noel puede adelantársele. El que esta unión Venus (relaciones, valor, finanzas) – Júpiter (expansión, suerte) se dé enseguida a la entrada del Sol en este signo habla mucho de cómo será este mes. Este es un mix afortunado y exuberante, Júpiter amplifica la belleza y armonía de las formas de Venus, y ella, por su parte, le da glamour a la expansión del colosal Zeus. Esta unión es amplificar los sentimientos, afectos ardientes, amplitud en la vida social y hasta buena suerte a través de ella. Es un buen día para concretar citas, de tipo laboral y romántico –porque la aventura amorosa está a pedir de boca-. También, de golpe, llega un carpetazo de suerte de esos que revienta sobre la billetera, hay que estar atento a eso.
Por lo demás, un trígono de fuego entre Quirón en Aries y el Sol en Sagitario le devuelve la fe al aturdido ego después de la época Escorpio. Hacer las paces con las creencias que uno tiene sobre sí mismo y creer en que todo llega como, cuando y donde tiene que llegar. Sentirse acreedor de lo bueno y rico de la vida y disfrutarlo. Con Escorpio se fundió el oro, se transformó y ahora, ¡a volverlo anillo de 18 quilates!
¡Qué todo lo que toquen se convierta en oro spacers!
Amor.