Bueno bueno, se vienen unos días interesantes. Nada de nervios, hay que sacarle jugo a lo que hay y, de esto se trata la astrología.
Otra semana, otro ciclo, este se abre con una nueva unión Sol – Luna, esta vez, en aguas de lago, la Luna Nueva en Escorpio. ¿Qué hay de frente? La grandiosa oportunidad de empezar a establecer una relación empática con el morir, limpiar, desechar, botar a la basura, transformar y regenerar. Hay que empezar diciendo que Escorpio es sinónimo de profundidad, las lunas en este signo son de una intensidad emocional excepcional, sean llenas, nuevas o un tránsito normal. Esta Luna es especial porque, además, hay un elemento que la potencia, Urano. Bastante se ha hablado de Urano y su tránsito de ocho años por Tauro, un área de vida donde uno se siente muy cómodo y seguro y que, la influencia uraniana, está liberando de manera rebelde y errática. Lo que Urano pide ahí es ser originales, reinvención, hacerlo diferente y, ante todo, estar abierto al cambio, siempre. Esta Luna Nueva viene con el rezago de la cuadratura Marte – Saturno que bueno, puede sentirse como una patada en las bolas a planes que uno tenga. Nada que hacer, a veces se la ponen a uno de para arriba, trabas, requisitos, obstáculos. Esta Luna Nueva en Escorpio, si uno así lo quiere, puede ser el inicio de una nueva relación con temas como la muerte, el sexo y el poder psicológico. Usar el sexo como catalizador creativo, establecer relaciones sanas con los momentos de crisis y catarsis, entender el poderoso valor de cómo uno se maneja y maneja a otros psicológicamente, sea para empoderar o sea para manipular.
¿Cómo se puede usar el poder de esa Luna Nueva? Queme inciensos o hierbas de su preferencia (sahumerio, palo santo, romero, salvia), limpie espacios –mentales y físicos-. Seguro que hay cosas que tiene claro que quiere soltar, escríbalas y decrételas en voz alta. Encienda velas mientras lo hace. Es un momento de transición así que lo que uno necesita es darse amor, hágase baños de sal y consiéntase con bebidas calientes de flores –la manzanilla y tila son buenísimas para tranquilizar-. Recuerde que el poder de Escorpio es muy psicológico, esto quiere decir que lo más importante es que usted entienda que el poder es suyo, radica única y exclusivamente en usted. No lo olvide.
¿Se han dado cuenta de que siempre que uno decreta hacer un cambio algo pasa como para que uno esté convencido de que eso es lo que quiere? Bueno, esta semana, el jueves 31 –día del Samaín o Noche de los difuntos-, empieza la tercera y última retrogradación de Mercurio, esta vez en Escorpio. Mercurio en Escorpio está hurgando en lo profundo de la psique, sacando a flote obsesiones, miedos, compulsiones y demás. Mercurio se ha querido quedar en Escorpio para que este ciclo de limpieza y transformación sea profundo, limpieza a fondo. Esta retrogradación puede traer temas del pasado que uno creía superados, amores, amantes y también miedos. La influencia de Mercurio hace que uno pueda comprender muy a profundidad el proceso de transformación que se está viviendo, por qué y para qué uno está en lo que está.
Antes de que Mercurio empiece su retrogradación y Venus entre en Sagitario (viernes 1), ambos tendrán un breve encuentro en los últimos grados de Escorpio. Esta conjunción es ideal para fortalecer los vínculos y vivirlos con belleza y armonía. Quienes escriben pueden sacarle algún provecho económico a este aspecto. La entrada de Venus en Sagitario mermará la onda intensa de Escorpio y pondrá un tono más jovial en el amor. Con Venus en un signo de fuego, y más Sagitario, el amor se demuestra con efusividad. Puede ser un Venus jugador y extravagante –del tipo que gasta sin pensar- o un Venus idealista –el que vive el amor como un viaje filosófico y hasta religioso-. Usted decide por cuál se inclina más. Venus en Sagitario es bien intuitivo, hasta profético, aprovéchelo también para ser honesto con lo que siente, no solo en cuanto a sentimientos sino creencias y filosofía de vida. Disfrute de este tránsito viajando, sea leal y diviértase amando y pasándolo bien.
La semana termina con aspectos generosos, un trígono Sol en Escorpio – Nodo Norte en Cáncer (sábado 2) y un segundo trígono Venus en Sagitario – Quirón en Aries (domingo 3). El trígono Sol Nodo Norte hace que este período de transformación valga la pena, que apunte al propósito espiritual. El trígono Venus – Quirón es como ese amorcito de la adultez que cura traumas del pasado, aquello de que el amor cura y hace milagros es cierto, este trígono da prueba de ello.
‘Yo era incrédula, no sabía que era también hechicera.
Estaba enferma, no sabía que era sanadora.
Caminaba como oruga, desconocía que me convertiría en mariposa.
Me confronté, caí y volé’.
Avanti.