De nuevo los relojes en cero, el cronómetro cósmico marca un ciclo nuevo, termina el primer tercio del año con la entrada del Sol en Aries y el cambio de estación, ¿cómo se viene esto?
Esta semana es de cierre y apertura así que la energía del nuevo año zodiacal está marcada por los eventos de estos siete días, es decir, los acontecimientos de esta semana no solo muestran la energía de este próximo tercio sino de todo el año astrológico que empieza, igual que como sucede con los horóscopos. El miércoles 18 el Sol termina de darle la vuelta a la rueda zodiacal para adentrarse en Aries trayendo así el equinoccio. Hay que empezar por resaltar que la entrada del Sol en Aries es un día de inicio, replantear qué se queda y qué se va, con cuál energía quiere uno quedarse y cuál quiere uno dejar ir, siendo un día de apertura pues vale la pena hacer elecciones que vayan con la vibración de uno. Esta entrada se da en medio de un bienaventurado trino de tierra entre Plutón en Capricornio, Marte en Tauro y la Luna en Virgo, es un trígono para enfocar la energía en trabajar y cristalizar. Normalmente cuando Plutón y Marte están involucrados en algo la energía se densifica, al estar haciendo un trígono, ambos en signos de tierra, la energía que se libera se controla mejor, es una cantidad de fuerza que se puede convertir en coraje y voluntad para materializar y concretar cosas. Y hablando de materializar pues algo de autocontrol no viene mal. Mercurio sigue retrógrado en Piscis y ese mismo día perfecciona un sextil con Saturno, un evento que viene bien para mantener la onda introspectiva que Mercurio retrógrado ha marcado pero poniéndole un poco de orden y disciplina. Este sextil ayuda a canalizar la introspección en cosas prácticas, observar con mucha más atención detalles de un proceso y revisarlos.
Ya entrado el Sol en Aries, la Luna se opone a él en el signo de Libra, dando lugar a la primera Luna llena del año zodiacal. Esta Luna puede venir un poco intensa al darse en un eje angular, el del ‘Yo’ y el ‘Otro’. Esta lunación del jueves 21 se da además en medio de una cuadratura entre los amantes del zodiaco, Venus y Marte, y un sextil entre Venus y Júpiter. ¿Cuál es el papel que juega usted en sus relaciones, el de mediador o el de firestarter? ¿Cuán fácil le queda moverse de su baldosa para ponerse en la del otro? Aprovechando la energía circundante no está de más peguntarse con qué quiere uno quedarse este año y qué quiere dejar ir a nivel de relaciones. La cuadratura Venus – Marte puede venir con situaciones de luchas de poder a bordo –una que otra guerra de sexos tal vez-, disputas de tipo sexual, emocional, pasional, a ver quién afloja y quién tira hasta que la cuerda se reviente. Júpiter haciendo sextil con Venus al mismo tiempo tiene el papel de mediador trayendo encanto, optimismo y hasta un poco de sentido del humor.
Preguntarse qué papel juega uno en las relaciones y por qué lo juega ayuda a entender por qué duele donde duele y cómo sanar el dolor. El viernes 22 el Sol en su trayecto se sitúa justo al lado de un recién entrado Quirón en Aries. Quirón entró en Aries en abril del 2018 y estará ahí hasta el 2027, abriendo heridas y curándolas con fuego. Son heridas que arden, muchas de orgullo, la moral, temas de razas, pueblos, dignidad, en conclusión heridas del Ego, del Yo. Si uno hace un análisis concienzudo de los conflictos que hay en las relaciones, muchos de ellos responden a heridas personales que se proyectan en el otro, inseguridades personales que se vuelven celos, envidia, dificultad para perdonar. Aquella persona que vive humillando a todo el mundo, va por la vida sangrando e hiriendo a la vez, no es difícil pensar que el diálogo que establece –si es que lo hace- con los demás es el mismo que tiene consigo misma, el amor, la compasión, la generosidad, la honestidad que se le da al otro es directamente proporcional a la calidad que uno se da de estos atributos a sí mismo. Sanar las relaciones viene de la mano del sanarse a uno mismo, no se puede seguir sangrando e hiriendo, es un juego simbiótico que acaba cuando alguien termina con el corazón roto y algo más. Quirón en Aries y haciendo conjunción al Sol esta semana es la prueba de que cuando el ‘Yo’ sana el ‘Otro’ también lo hace.
Cerrando la semana de equinoccio, Mercurio sigue su viaje retro en Piscis y se encuentra con Neptuno lo que puede acentuar la energía sensible de la semana. Confiar en la intuición es una cosa pero ir como una cabra atribuyéndole todo a una 'visión mística' que uno tuvo es otra, si se siente muy místico o clarividente mejor intente escribir poesía o algo de ciencia ficción, esta conjunción puede ser tan acertada como fantasiosa así que cuidado con las ‘corazonadas’ sin fundamento.
Hubo noches largas, el frío congeló los huesos y el Sol poco se dejó ver, al final, las flores volvieron a crecer…
Avanti.