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La Concha

¡Oh sombra ven a mí! La sombra en la carta natal


“Luz, abrí los ojos por primera vez,

Descubrí que las manos sirven para encender el fuego,

El ruido hizo consiente a los oídos,

Oh tórrido camino sin luz, acá mis pies aprendieron a caminar sobre las sombras”.

-La Concha-

Beloved Shadows

El ser humano es un disco duro en el cual se puede poner cualquier tipo de información, por eso definir un arquetipo de la personalidad como ‘bueno o malo’ es erróneo, existe en cada uno la capacidad de manifestar de diferente manera tanto las carencias como las fortalezas. La Astrología es una herramienta sorprendente en cuanto no solo permite entender estos arquetipos sino que también brinda las herramientas para transformarlos y convertirlos en una mina de oro. ¿Por qué cuesta tolera alguna situación, por qué se siente aversión por una persona en especial o por qué cuesta cultivar una cualidad más que otras? Asumiendo que uno es tan diablo como ángel pues es oportuno mirar dónde nacen los genios y los asesinos en cada quien, la sombra en la carta natal.

Hay que empezar por decir que la Astrología parte de la interpretación, el cual debe –como cualquier disciplina- estar ceñido a unos principios básicos que limiten dicha interpretación. Se define sombra en Astrología como esa parte del inconsciente individual que reprime instintos y termina por generar bloqueos, rechazos, miedos, en otras palabras, se vuelve una piedra en el zapato. Todo aquello que se reprime, se niega, se cela o se envidia está arraigado en la sombra, cuanto más inconsciente es este enraizamiento más pesada se vuelve la sombra. Así pues la sombra personifica todo aquello que se niega pero que ejerce una carga energética fuerte en uno, directa o indirectamente. Esta batalla interna se gesta de manera silenciosa pero poderosa ya que opera en la psiquis de la persona, al final termina por dividir al ser y crea una considerable brecha entre lo que uno realmente es y lo que ayuda a evolucionar. La sombra opera de diferentes formas, hay unas que se identifican fácilmente, otras requieren de un trabajo más profundo.

Uno puede decir ‘yo soy así y ya’ y defenderlo como mosquetero, por eso las sombras son diferentes y nos todas son fáciles de trabajar, requiere de mucha honestidad para aceptar la limitación o bloqueo que ella representa y la disposición para transformarla. Cuando la sombra se transforma el ser vive una encarnación plena pues no es que haya renunciado a su ser sino que termina por aceptar su naturaleza y le saca provecho. Reconocer la sombra no es sencillo, es un proceso que empieza con la disposición y aceptación, ella misma va presentando su forma de trabajarse, al final, cuando se ha entablado una relación honesta con ella, el individuo ha ganado profundidad, pasión, vitalidad; donde hay miedo el poder disminuye, no se trata de poder sobre otros, se trata de capacidad de gobernarse a sí mismo.

A la sociedad no le gusta la incomodidad, las personas son capaces de hacer cualquier cosa, por descabellada que parezca, para evitar el dolor y enfrentarse a su alma. Es regla de oro que, aquello que no se tolera en otros es algo que se niega en uno, bien sea porque se reprime o porque no se ha integrado, se desea, el juego del ego. Carl Jung decía que no es posible despertar a la conciencia sin dolor, nadie logra transformarse fantaseando figuras de luz sino haciendo consciente su oscuridad.

¡Oh sombra ven a mí!

La sombra tiene muchos indicadores, una forma sencilla de empezar a detectarla es mirando los porcentajes de elementos en una carta. Un desequilibrio de los porcentajes, por ejemplo, tener muchos planetas en signos de agua y pocos o ninguno en signos de tierra -como es mi caso-, creará una sombra o reto para que la persona se fije metas claras, concrete y materialice, como tiene mucha agua pues sus facultades emocionales están extrapoladas frente a sus facultades prácticas y materiales. Muchos planetas en signos de aire y pocos o ninguno en signos de fuego mostrará una persona gobernada principalmente por sus ideas y pensamientos y con dificultad para desarrollar facultades de iniciativa, determinación y auto confianza.

Saturno es un clásico arquetipo de sombra en la carta natal, al estar relacionado con los límites, el éxito, la responsabilidad y materialización, su posición por signo y casa, más los aspectos que hace, genera sombra en cuanto produce miedos, inseguridades, bloqueos y prejuicios. Saturno también personifica la seriedad y solemnidad, por ejemplo, estando en Aries –en caída-, en casa V y con aspectos inarmónicos puede producir falta de confianza para afirmarse en la vida, disposición a tener bloqueos de tipo emocional e inhibiciones en los afectos, también pesimismo y una tendencia a mirar la vida con cierta preocupación.

Plutón y la casa VIII suelen ser arquetipos clásicos de sombra en la carta natal, ¿por qué? Primero hay que recordar que Plutón está asociado con el poder y capacidad de entrega, la manipulación, la transformación y la capacidad de ‘morir’; la casa VIII –donde Plutón es regente por Escorpio- está relacionada con una parte de la carta donde habrá que hacer un trabajo profundo de muerte y transformación. Plutón no opera de manera obvia, es energéticamente poderoso pero no tan evidente como Saturno, el poder aplastante de Plutón se siente a través de la psiquis. La posición por signo y casa y los aspectos que hace Plutón suelen ser una zona de sombra en cuanto el individuo debe hacer un trabajo de depuración y desarraigo psicológico, una vez que la sombra se hace consciente nace el Ave Fénix –arquetipo clásico de Plutón-, lo que Plutón toca lo transforma por completo.

Otros indicadores de sombra en la carta natal son algunos aspectos, más específicamente las polaridades transpersonales que se dan cuando los planetas transpersonales, Urano, Neptuno y Plutón, al estar afligidos en la carta empobrecen las funciones psíquicas del ser que van más allá de los requerimientos habituales de la personalidad, polarizan su conciencia y, en cierta forma, condicionan el potencial de la carta y el juego luz/sombra de la persona.

El ojo naturalmente siempre buscará la luz, pero la sombra tiene muchas historias por contar.

Avanti shadows.

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