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La Vocación como medicina: dedicar la existencia a algo que apasiona


La Astrología es una ciencia completísima en cuanto permite hacer un acercamiento profundo a la vida del ser humano desde diferentes perspectivas, la Carta Natal es una de las tantas formas como la Astrología llega a ser un tipo de medicina. La Carta Natal es un mapa celeste verdaderamente fascinante, son desconcertantes y a la vez fascinantes los hallazgos que se pueden hacer a través de ella, no deja de impresionarme. Una de las tantas cosas que se pueden rastrear a través de este mapa son los talentos y vocaciones, las estrellas tienen trazado un camino mediante el cual se pueden conocer cuáles son los dones, puntos fuertes, debilidades laborales y profesionales, la misión y la mejor forma de realizarla.

La palabra vocación viene del verbo vocare, es la acción y efecto (sufijo –ción) de llamar. En términos más mundanos la vocación está definida como un fuerte interés e inclinación por una actividad u ocupación en particular, la naturaleza humana de seguir una determinada actividad o profesión, siendo así, descubrir la vocación es un tema angular, es la actividad a la que se le dedica tiempo y energía, la forma de edificarse como ente activo de la sociedad y como ser humano. Muchos van por la vida –y lo experimenté en algún momento de mi vida- caminando como autómatas, haciendo cosas que no les gustan, cumpliendo el sueño de algún papá frustrado o simplemente deseando ser o hacer otras cosas con sus vidas. Si bien es cierto que nadie sabe con exactitud para qué fue enviado a este mundo, mucho del éxito o insatisfacción en la vida está relacionado con el hecho de hacer lo que a uno le gusta, es decir, manifestar la mejor versión de uno mismo y ponerla al servicio de la sociedad. Las razones por las que muchos no se dedican a lo que les nace son diversas; creen que es demasiado tarde para hacer un cambio, encontraron un trabajo ‘bien remunerado’, hay una gran responsabilidad económica, condiciones socio-culturales o simplemente, no confiar en las capacidades que tienen. La carta natal posee muchísima información, esto hace necesario estudiarla desde diferentes miradas, entender cuáles y cómo hacen sus aportes las distintas funciones planetarias en la vida de cada persona.

Entendiendo la carta

Antes de escanear la carta se debe empezar por definir el perfil vocacional, es decir, resolver las siguientes tres preguntas, ¿quién soy?, ¿a qué me puedo dedicar? y ¿qué quiero hacer?

Cuando se habla de quién es uno se hace referencia al área de la vida dónde la persona invierte su energía vital, el aspecto de vida de mayor interés, para escanear este lugar primero hay que encontrar la motivación, la cual está definida por la posición del Sol (centro individual) y los aspectos que este haga. Luego habrá que mirar la forma cómo uno actúa, marcada por la posición de Marte (entusiasmo, energía y estilo defensivo), finalizando con la construcción de una imagen coherente de uno mismo, esto último es dado por el signo tanto del Medio Cielo (hacia dónde se dirige la vocación-misión-reputación) como del Ascendente (la forma como uno se muestra y cómo los demás nos ven).

¿A qué me quiero dedicar, qué quiero hacer con todo lo que soy? Bueno, esta tarea astrológica le corresponde responderla a Venus –casa II- que simboliza las actividades que la persona disfruta y los talentos, lo que disfruta hacer, y a Mercurio y Saturno en cuanto ellos quienes definen las habilidades comunicativas y posibles bloqueos o sombras.

Ya sabiendo, y de manera muy somera, quién es y para qué sirve uno lo siguiente será definir qué quiere se busca, a qué actividad uno le quiere invertir energía y, con base en ello, cuáles son los objetivos al hacerlo, qué se quiere conseguir.

Para identificar los objetivos que uno se puede trazar es necesario echar un vistazo a la posición de Medio Cielo, el lugar de la carta natal relacionada con la proyección profesional y el deseo de reconocimiento, teniendo esta información uno ya puede empezar a trazarse objetivos concretos. Es importante también definir cuál es la escala de valores, en qué cree y no cree uno, filosofía de vida, etc. Esta información está dada por la ubicación de Júpiter (valores y creencias), el signo que ocupa, la casa y los aspectos que hace. Lo último que queda por hacer es armonizar toda la información recolectada, es decir, encontrar un contexto adecuado para poner a funcionar la energía vital, talentos y bloqueos, intereses y valores. No todos funcionan igual en los mismos espacios, cada persona es un mundo por ende, cada persona tiene un estilo de trabajo y contexto que lo nutre y desempeña mejor. Para esclarecer esto es necesario mirar tanto la posición de la Luna (cómo se nutre) como la de Venus (relaciones) para tener una idea de cuál es el estilo de compañeros de trabajo que mejor va con uno, con qué clase de colegas uno rinde mejor. El Sol también debe armonizarse en cuanto él indica cómo se manejan las relaciones con figuras de autoridad y posibles bloqueos que haya en estas relaciones.

Observar a Neptuno, Urano y Plutón también es importante pues ellos simbolizan los sueños a los que uno le apuesta (Neptuno), los rasgos de originalidad y capacidad de inventiva (Urano) y habilidades para ejercer poder y/o transformar (Plutón).

Pero no siempre la cosa está fácil, a veces se tiene todo pero faltan las circunstancias apropiadas, entonces aparecen los Nodos, estos ángulos lunares se entienden como oportunidades y saltos cuánticos que puede dar la persona para avanzar y evolucionar. El Nodo Norte, el signo que ocupa y los planetas que están conjuntos, opuestos y en cuadratura a él muestran facultades que se vienen a desarrollar en esta vida, así como resistencia al cambio –que es como una zona de confort- y dificultades para salir de ella, lo que se opondrá por karma a que se logre el objetivo de evolución que propone el Nodo Norte.

Sobra decir que la decisión que uno toma es lo que hace la diferencia, lo que se hace con el corazón, tarde o temprano, termina resonando con el universo, vale la pena darse la oportunidad de hacer lo que a uno le gusta, trabajar por ello y convertirlo en hobbie y vida, afortunados son los que encuentran su pasión y la convierten en su propia medicina.

Avanti.

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