Tenerlo todo y perderlo, sentir tocar el cielo y de repente éste se torna rojo incandescente, caliente hasta el punto de quemar, morir hasta la médula, el dolor visceral que emana del morir viviendo, ese es Plutón retrógrado.
El planeta de la profunda transformación empezó su tránsito Rx en el signo de Capricornio hace pocos días, durará hasta el 28 de septiembre cuando vuelva a su fase directa.
El dios de las tinieblas, Hades, nos invita a conocer nuestros más profundos miedos y complejos, es el aceptar que en todos habita el cielo y el infierno, es valorar ir hasta lo más bajo y oscuro para volver a ver la luz con total claridad y apreciar lo que ella deja ver.
Cuando nacemos con Plutón retrógrado se siente como si la vida transcurriera entre el ascenso y el descenso, las múltiples mutaciones por las que atravesaremos nos recordarán la vulnerabilidad que como seres humanos albergamos, en muchas ocasiones viajaremos al infierno más oscuro para destruir dentro de nosotros todo aquello que nos impide evolucionar, volvernos a construir y renacer.
En su libro ‘El poder alquímico de Plutón’ Helia Ramos describe a este pequeño planeta así:
‘El tipo de renacimiento con el que se identifica Plutón, se centra en las emociones, la mente y la imagen de uno mismo. Generalmente lo sentimos como una compulsión o sacudida que nos exige que cambiemos o que nos enfrentemos a las consecuencias que han producido nuestras acciones.
La forma que elige Plutón es la de destruir y volver a crear nuevas formas de comportamiento y sentimientos. Nuestras ideología y valores no tendrán sentido, nuestra ambición se verá frustrada o daremos por terminada una relación afectiva que considerábamos muy importante’.
No hay forma de volver a nacer si no morimos, no hay forma de subir sino caemos, Plutón nos recuerda siempre la importancia de los contrastes, reconocer el valor de la vida a través de la misma muerte, así esta sea una mera metáfora.
‘Se siente un poquito denso’, Plutón Rx en la carta astral
Plutón quiere despojarnos de todo aquello que se opone a nuestra evolución, y cuando lo hace es de manera contundente, no lo hace sin previo aviso. Él siempre da señales claras cuando es imperativo oprimir la tecla llamada ‘cambio’. Al ser el planeta más lento en moverse sus jugadas también lo son, cuando se manifiesta lo que viene es una desintoxicación de cuerpo, mente y espíritu.
El dolor no es más que el quiebre de ese cascarón que limita el entendimiento y esto lo entendemos bien quienes tenemos al dios del Averno retrógrado. Reconocer la naturaleza conflictiva y dolorosa que significa morir en vida es incómodo, moverse de un lugar que siempre fue familiar puede sentirse como ir al mismísimo infierno. En la carta natal Plutón simboliza problemas para hacer cambios de vida por miedo a dejar que ésta siga su curso normal, como cuando usted sabe que debe dar por terminada un relación pero igual se aferra a ella, aun sabiendo que se ha vuelto tóxica y limita su propia evolución, pues es ahí cuando Plutón emerge del inframundo y toca todo lo que deba cambiar.
Quienes tienen este tránsito pueden llegar a sentir que es difícil fluir con naturalidad, como si una fuerza oscura, propia de este planeta, los maniatara. Se pueden llegar a vivir experiencias de abuso de todo tipo como producto de rezagos kármicos de vidas pasadas en las que la persona estuvo sometida a algún tipo de control ejercido por otra persona, los abusos de tipo sexual o la mente psíquica son los más comunes pues Plutón al ser el regente de Escorpio reina sobre estos temas.
Se puede llegar a vivir la vida de manera intensa, dramática y hasta con visos obsesivos compulsivos; es viable sufrir de fobias y compulsiones ya que el karma del pasado condiciona de cierta forma el presente. Como producto de todo esto estas personas llegan a ser bastante solitarias pues sus miedos no los dejan actuar con soltura, en ocasiones algunos llegan a desarrollar extraordinarios poderes mentales como la predicción. Este proceso también suele vivir acompañado de experiencias oníricas intensas, sueños lúcidos y viajes astrales, experiencias que llevan a entender cuan poderoso e infinito es el poder de la mente, la misma que nos lleva al infierno es la que nos saca de él.
Finalmente la desintoxicación llega en forma de eventos desgarradores que las obligan a sacar sus miedos a la superficie y regenerarse por completo ya que la vida que llevan, llena de aprensiones, se ha vuelto insostenible.
Los cuatro meses del ‘Let it go’
Si usted es de los que tiene a Plutón retrógrado en su carta astral pues muy seguramente sentirá el rigor de este tránsito, la casa dónde éste se dé en su carta astral será un área de su vida donde Plutón inspeccionará, lo que tenga que irse con seguridad se irá, ¡así a usted no le parezca!
En modo retrógrado este planeta despliega toda su fuerza de manera mucho más fuerte, su rasgo característico de ‘dejar ir’ fluye con total severidad, es su leitmotiv. ¿Recuerdan la banda sonora de ‘Frozen’ de Disney? Pues esa es la astrología personal que su compositor sacó a la superficie, hay mucho de Plutón en sus letras. ‘Let it go’ es la clave del proceso, una reflexión profunda con una motivación contundente; todo lo que te ate déjalo ir, todo lo que aprisione déjalo ir, todo lo que te dañe déjalo ir, todo lo que impida el curso natural de evolución que viniste a vivir hay que dejarlo ir.
Normalmente cuando este período nos agarra con los calzones abajo empiezan a salir a la luz nuestras oscuras formas de evadir la realidad, se viven experiencias que nos fuerzan a revivir patrones una y otra vez, algunos relacionados con adicciones, malos hábitos de salud y frecuentar personas que resultan dañinas.
Las pérdidas (materiales y simbólicas) también son muy comunes durante este tránsito, el ser humano en su incansable afán por controlarlo todo se aferra a lo que es ‘suyo’ (personas, trabajos, etc.). El apego se siente con rigor pues la pérdida constituye un paso fundamental en el proceso de soltar el control y ‘dejar ir’.
Dejar ir por amor, soltar porque el peso de retener es grande, no podemos cambiar el mundo pero sí podemos cambiar el propio. Plutón, el dios Hades, es considerado otro de los grandes motores de cambio, al lograr entender su factor multiplicador comprendemos que las grandes transformaciones que hacemos en nuestra vida repercuten de manera significativa (así no sea ni inmediato) en la vida de los demás, nuestros cambios estimulan cambios en otros, es ahí cuando el poder aplastante de Plutón se transforma en un poderoso motor de regeneración y evolución. El efecto Domninó de vencer en uno mismo todo lo que está minando a la sociedad a la que se pertenece es impactante.
Fortaleza para dejar ir y mucho amor propio para darnos cuando el adiós sea inminente, nada más parecido a la esclavitud que sentir no poder vivir sin algo que a la final no es nuestro. Avanti.
Fuente:
Planetas Retrógrados y Reencarnación. Martin Schulman.
Los Planetas Retrógrados. Erin Sullivan
Manual de Astrología Moderna. Eloy R. Dumón