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When you love like a Mantis, Venus en Escorpio


'Ahí estabas tú llevándome de tu brazo largo, no podía decir no

Tú tan hábil y diestro

Yo tan débil y necia

Borracha llena de fuego la tormenta me ha traído a ti

En cada lluvia te deseo

Ahí estás tú, así he llegado yo

Las brasas altas nos han dejado ciegos'

-La Concha-

Tal vez para algunos sea desconocido el hecho de que las Mantis Religiosas tienen unas formas especiales, no solo morfológicamente sino ‘emocionalmente’. Quiénes no las conocen se sorprenderán con las tácticas de seducción de este insecto. En la actualidad es posible ver a la Mantis en casi todas las vegetaciones del mundo, fue introducida a Norteamérica en el siglo XIX pero es originaria de Europa, Asia y del norte de África. Su nombre se debe a que sus preponderantes patas delanteras simulan la posición de oración.

Entre sol, humedad y vientos calientes que vienen del Caribe y el Pacífico y se chocan justo en la selva panameña de Mamoní habita la Mantis. Camina despacio, muy lento, sigilosa, con atento cuidado, tiene cadencia y todo, como quien quiere pasar desapercibida pero no por eso ser menos importante, es solo uno de sus mecanismos. A pesar de ser insectos ‘entregados a la oración’ las Mantis son animales conocidos por sus fascinantes preferencias sexuales, son unos depredadores del amor, tal como sucede con aquellos ejemplares humanos que gozan de tener su Venus en Escorpio.

Las mantis, al igual que los nativos con esta especial posición planetaria, adoran hasta la muerte. La hembra adulta justo después del acto sexual ejecuta una infame conducta amatoria, sin previo aviso y haciendo uso de su alargado tórax se come al macho, incluso puede llegar a devorarlo durante el mismo trance, ¡una oda al amor fatal! A pesar de ello, los machos sucumben ante sus encantos y no rehúyen ante la oportunidad de apareamiento.

Nacer con Venus en Escorpio se siente de manera similar, son los nativos que aman con todo o con nada, no hay términos medios. La Diosa del Amor al encontrarse en el signo opuesto donde ella manda, Tauro, se siente un poco limitada acá, tratará por todos los medios de mostrar sus mejores colores pero siempre con esta marcada tendencia a ‘matar de amor’, son esas pasiones que se convierten en un ‘very hard act to follow’.

Venus en Escorpio es la clásica ‘femme fatal’, la Catherine Tramell de Basic Instinct que no deja en paz al escurridizo Nick Curran hasta que consigue lo que busca, aquella mujer (u hombre) que es imposible de resistir; si los machos Mantis no pueden hacerlo pues es de imaginar lo difícil que resulta para un humilde humano.

Venus en esta posición a veces no actúa de manera fluida pues al estar en un signo de Marte representa todo aquello que es agresivo y enérgico, virtudes contrarias a las suaves formas del amor de Venus. Estos especímenes son de deseos sexuales fuertes, a veces hasta pueden caer en el egoísmo, tal como le sucede a la Mantis cuando en un despliegue de frenesí devora a su amante; toda alta vibración tiene una opuesta baja, el principio universal ‘as above so below’.

Eros y Thanatos ¿Escapar o caer?

El canibalismo de la Mantis, al igual que el de Venus en Escorpio, no es una costumbre generalizada, en muchos casos ambos miembros de la pareja consuman su inusual amor con sus cuerpos enteritos, la hembra simplemente decide no socavar ante sus ‘bajos instintos’ y se retira. Entonces, ¿por qué a veces lo hacen? Es sencillo, el alto contenido proteico del macho aporta a la hembra energía extra que le ayuda a colocar un mayor número de huevos. Sin embargo hay una explicación un poco más sádica, se dice que la hembra ataca a su pareja por la cabeza pues esto le facilita el desbloqueo de su centro nervioso lo cual permite aumentar las convulsiones de muerte favoreciendo la producción de esperma y el correcto desarrollo del acto sexual.

Pero no todo es intensidad descarrilada, también son conocidos por ser serios y muy fieles en el amor, se mantienen reservados hasta no tener seguridad en la relación, no embestirán a su presa hasta no tener el momento perfecto, se cuidarán emocionalmente siempre, solo hasta saber que están a salvo caminando sobre ese valle.

Cuando Venus en Escorpio está bien integrado será un modelo de cuándo saber dejar y retirarse pues siempre dará un paso atrás en busca de algo que lo magnifique como ser, irá tras un lugar donde se pueda amar, dar y transformar; se apartará de nuevo si es necesario, siempre en pro de su propia preservación.

Así como la Mantis tiene el control cuando consuma su mejor escena de amor teatral sangriento, Venus en Escorpio quiere tenerlo también, si es posible todo, cuando este planeta se encuentra afligido podrá ser protagonista de un amor despiadado, celos, manipulación y vibraciones bajas. En su lado más evolucionado será un camino fantástico y excitante para quién lo encuentre, un amor que no se olvida porque transmuta, viene a cambiar a través de las caídas, es sin duda una experiencia religiosa, tal cual como encontrarse una Mantis.

Encontrar uno en el camino es para el disfrute, para escribir y recordar, pasarán noches inolvidables entre fustas y uno que otro juguete sexual, es adentrar en la caja fuerte de la psique para luego encontrar información que era confidencial. Si se halla una Mantis es mejor guardar quietud, es escurridiza y se mueve rápido. Avanti, ir por látigos y placer, ¡ah, y no olvidar cuidar la cabeza, no sea la devoren! Amor y fuego.

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